viernes, 14 de noviembre de 2008

Alvar Aalto, una arquitectura dialógica - Arquitectonics


ÍNDICE

PRÓLOGO
Josep Muntañola Thornberg
RECONOCIMIENTOS
INTRODUCCIÓN
CONTEXTO
Finlandia y su historia
Escandinavia y las primeras exposiciones
Ferias y pabellones: ecosistemas culturales
Del romanticismo nacional al funcionalismo
OBRAS
Pabellón para la Feria de Muestras
Helsinki 1921
Pabellón para Suomen Raakasokeritehdas
Helsinki 1921
Segunda Feria de Muestras de Finlandia
Tampere 1922
Podio para actuaciones musicales
Seinäjoki 1924
Exposición conmemorativa del 7º centenario de Turku
Turku 1929
Pabellón para la Feria de Helsinki
Helsinki 1934
Pabellón Finlandés para la Exposición Universal de París
París 1937
Pabellón de Economía Forestal
Lapua 1938
Pabellón Finlandés para la Exposición Universal de Nueva York
Nueva York 1939
Pabellón para la empresa Artek
Hedemora 1946
Pabellón Finlandés para la Bienal de Venecia
Venecia 1956
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
Bibliografía específica sobre Alvar Aalto
Bibliografía sobre el contexto nórdico: arquitectura y cultura
Bibliografía teórica fundamental
Bibliografía general de consulta
Revistas y artículos
ANEXO GRÁFICO


PRÓLOGO
Con gran satisfacción acepto el ofrecimiento del arquitecto Luis Ángel Domínguez para introducir la publicación de su tesis doctoral sobre Alvar Aalto, desde una perspectiva dialógica. Por muchas razones. Por un lado, porque ya es hora de analizar en profundidad las raíces de la arquitectura de Alvar Aalto, el cual, a pesar de la labor meritoria de Demetri Porphyrios, permanece como personaje enigmático de la modernidad en la arquitectura del pasado siglo XX, cuando en realidad es un personaje diáfano y transparente.
En segundo lugar, porque la vecindad entre la Finlandia de los años 1917 hasta 1924 y San Petersburgo, y su pertenencia política a Rusia en plena revolución social y política, no puede ser que no dejase una huella “dialógica” en la obra de un arquitecto sensible como pocos a la presencia estética de su tiempo. Los escritos y los bocetos que aquí se presentan, en la
tesis de Luis Ángel Domínguez, algunos inéditos, son claras muestras de esta huella dialógica.
Por último, mi interés actual por el inmenso intelectual ruso Mijail Bajtín (1895-1971), padre de la “dialogía” recientemente redescubierto, pero que a partir de una extraordinaria procacidad, el año 24, a los veintinueve años, ya había escrito las bases de lo que hubiese sido la teoría social más importante de la cultura occidental si Stalin no lo hubiese enviado al destierro durante
cincuenta años... Este interés, repito, es otra importante razón por la que creo que este libro y esta tesis marcan el inicio, no el final, de una manera necesaria de reflexionar sobre la arquitectura. Porque como el mismo Bajtín escribe, no es suficiente con descubrir la arquitectura desde una perspectiva de una “estética material” a partir de la cual la arquitectura se aísla de la
historia, del territorio y de su mismo significado, mezclando constantemente parte, ciencia y política, y escondiéndose el arquitecto tras el objeto, para así poder seguir controlando lo que, en el fondo, no es la arquitectura, sino un pretexto sin otro fin que el de justificarse a sí mismo a partir de su propio proyecto. Esta “estética material” (no materialista), tal como la defiende Bajtín, no es negativa ni positiva, no es sencillamente más que una “técnica”, una “técnica” especialmente interesante para los científicos, pero que no llega nunca a tocar la “distinción” propia de cada objeto estético, de cada “arquitectura”.
Lo que esta tesis sobre Alvar Aalto muestra, desde la primera hasta su última página, es la “distinción estética” de estos objetos arquitectónicos tan efímeros, pero tan permanentes culturalmente, como son los pabellones de exposición que analiza Luis Ángel Domínguez.
“Distinción estética” que demuestra la enorme sensibilidad e inteligencia de este arquitecto finlandés que construye en un clima difícil y en una sociedad muy cerrada sobre sí misma.
ALVAR AALTO. Una arquitectura dialógica La arquitectura de Aalto se nos muestra así en toda su delicada estructura como milagrosa síntesis estética entre naturaleza y uso social. Atenta a las
sensaciones espaciales que esta síntesis es capaz de crear cuando verdaderamente, es una síntesis estética, a través de la materia construida, pero no sólo de la materia construida.
Esperamos que nuevas Tesis sean capaces de irnos mostrando la distinción y la delicadeza, “amabilidad” indica Bajtín, de nuestros mejores maestros.
Bajtín, otra vez, nos da quizás la mejor definición de la arquitectura de Aalto cuando nos dice que la “arquitectura” del objeto estético (sea este pintura, literatura o arquitectura) debe: “naturalizar al hombre y humanizar a la naturaleza”. Nunca mejor dicho.

Josep Muntañola Thornberg
Llançà, 31 de mayo del 2002


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